tan duro te perdes junto al horizonte
que corrí derecho hacia el monte
y tu ciudad ya me olvidó.
Entonces no te necesité
porque solo me hiciste daño
y de lástima con brea te emparché
esperando que rompa al fin
la locura de estos años
te vi venir y presentía
entre todas tus mentiras
las palabras de monotonía
Y entre tantas chances que ofrecí
defraudado yo me siento
porque soplas tan senil
la cobardía del tiempo
y pisas tan febril
arena,cal,agua,
y el mas duro concreto.
Esperando que un milagro
te acerque a lo inconexo
mientras yo en mi monte
soy planta que florezco
fuera de tu jardín,
que dos soles no alimento.
A Los Fantasmas.
Niquin.
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